insomnes

Hoy la dejé a mi perra, la grande, dormir conmigo, porque por ahí cómo talismán que son los perros, me ayuda a dormir.

Quizás en un delirio místico alguna vez, me creí que los perros, especialmente con los que mutuamente nos pertenecemos, nos sacan de esos enriedos emocionales. Que el perro absorve, lo transforma, y lo deja salir en dirección al olvido.

Ojalá Galatea me ayude a dormir, pero que eso que absorba no le afecte. Porque ya tuvo suficiente con haber aterrizado en éste planeta lleno de insomnes, ayunos de afecto y quebrados de emociones.

la alarma

Tuve un sueño,

En ese sueño, estaba haciendo algo que siempre quise hacer, en un lugar que me encanta, con un cuerpo que siempre deseé, con la ropa más canchera, en un show buenísimo...

Y sinceramente, no era nada espectacular lo que sucedía, ni lo que me sucedía.

Me desperté por la alarma, y a veces, cuando el sueño está buenísimo, ppopongo la alarma para poder seguir un rato más soñando, pero ésta vez, no me pareció que valiese la pena el esfuerzo.

Por alguna razón, en ese sueño, estando inscripta en acontecimientos que deseo y me encantan, la estaba pasando mal, estaba triste, había un sentir que no estaba bueno, no solo me dolía el brazo, que curiosamente estaba recién tatuado, y las personas que me cruzaba me fastidiaban todo el tiempo (estaba lleno de gente por todas partes a las que iba). Hasta que miro a un costado, hacía la izquierda sobre mi hombro, girando la cabeza, y estaba él, parado más atrás, mirando el mismo show que yo, un pibe que en mi sueño rimaba algo con seven-up rapeando. Lo interesante es la seguidilla de acontecimientos,

Baja repentinamente el volumen de la música, y nadie coreaba, pero el pibe cantaba como si estuviera en un luna park...

Miro a la izquierda.

Está Él.

Lo miro.

Me da un golpe de calor (amanecí transpirada, con el aire prendido y el dormitorio convertido en heladera).

Siento lo que se sienten en esas situaciones.

SUENA LA ALARMA.

Me desperté y continué con mi vida, agradecida de no tenerlo más en ella.

Fué un sueño cómo una película de terror. Una pesadilla.

El simple hecho de encontrarlo, en alguna parte, hasta en un momento espectacular, lamentablemente, me trae sensaciones bastante espantosas, sensaciones anticipatorias en los sueños, y en el momento un calor abrumador.

Espero no cruzarlo, más que en sueños, porque en ellos puedo escapar, en primera instancia con la alarma.

 Hoy está especial.

Hace frío, y el cielo nubla el sol, la luna, las estrellas... 

Debe ser re lindo despertarse y verte al lado, todo lleno de lagañas, medio en transe, recién despierto y llevarte el desayuno a la cama.

Pero más lindo debe ser que a vos te den ganas de lo mismo.

Lástima que los miércoles andas tan cansado 

La adultez

La ansiedad anticipatoria más grande, es, la mentira más grande, la adultez.

Llena de complejísimas cotidianidades que vemos reflejadas en aquellos adultxs que nos rodean, pero negamos. 

No hay estrés que se registre, por el impetu irrefrenable de querer ser la persona grande que deseamos, y cuando llega, no hemos logrado más del 15% de lo ensoñado entre tareas de geografía y primeros besos.

Esperabas llegar a los 30 con tanto, pero ni un rastro de lo que proyectabas parece haber, sólo acidez, contracturas cervicales y mucho cansancio a las 11 de la noche.

Ya no hay finde que pueda salvar todo aquello a lo que me resigno... no hay Fernet con Coca, o recitalito que reclame aquellos vestigios de adolescencia amada y heroicamente vivida desde la insatisfacción de vivir renegando de lo que no se puede hacer.

Extraño las restricciones, los desafíos, los miedos y el vértigo del colectivo la primera vez que fuí al museo en la recoleta. Las esquinas que no conocía, el clima de cada barrio la primera vez que lo pisaba.

No tengo más que la necesidad de esbozar un reclamo al tiempo, que de la nada me hizo llegar a la tan ansiada adultez de un cachetazo, como quien se cae en un chapuzón a la pileta de un empujón ajeno y desprevenido.

La adultez, un chapuzón desprevenido por aquel ajeno que te empuja a la pileta de la vida, al agua fría, en pleno invierno, en una pileta que no se limpia hace meses.

Qué notición la falopa envenenada. Un mar de pensamientos...

Cuestión que me acordé de vos, y escuché personas de xeoyx y no me pasó nada.

Canté victoria.

Las personas SI pueden estar solas.

Lo que no se quiere se devuelve.

Nosotros, tan distantes, y el entorno tan firme como para que algún día se calme esta furia, y se convierta en esta nada.

12 de enero de 2014.

Y parece tan actual... El tiempo no existe.

Lo nuestro, Aporético.

Y si no lo entendés, googlealo.

A mí viejo no le entra el upite en la silla blanca de plástico casi como a vos no te entra en el corazón todo el amor que tengo para darte.

Del claro al oscuro, y viceversa.

Cómo cuando anochece, mientras charlamos, se pasa el tiempo, sin darnos cuenta, la arena se escurre entre los dedos y no puedo agarrarla.

Y del anochecer pasamos a que se haga de mañana, y toda claridad, dormir dos horas y que el sol nos descubra abrazados.

Esa fué la muestra gratis.

El resto, tiene un costo muy alto, y como no tengo obligación de compra, entonces paso.

Entregar el ser a ver pasar el 152 por avenida 9 de Julio...

Entregar el ser a la contradicción.

Ser uno con los edificios, permeable al vértigo de la ciudad, y absorber todo lo que queremos nublar.

No es negocio.

Encontrarse por magia, olvidarse por voluntad.

En el próximo mundial por ahí...

Si anduvimos tanto tiempo sin rozarnos, quien te dice podemos andar unos pares de años más deseándonos de lejos, y sintiéndonos cerca pero desconocidos.

Qué se yo, quizás fué breve, y aunque Intenso, fatigante y reluciente, nos quedamos con las manos vacías y las interpretaciones de lo que podría haber sido.

No hay eternidad que dure tres días.

En tres días se me pasa.

Tres eternos días de diciembre pensándote, acariciándote en mi memoria, hasta que me soslaye otra eternidad, y así, navegar en días eternos de emociones que concluyen, y dan lugar al inicio de infinidades nuevas, inconmensurables.

Es probable que el mes que viene me olvide de la mayoría de las cosas que vivimos, (he olvidado cosas más importantes).

Y así cómo yo te voy a olvidar, vos me vas a olvidar, aunque no sin haberte dejado algo mío, 

mi ausencia.

Y acá estoy... Soy un cuadro SinÓptico.

urticaria

Se me pudrió el cerebro de tanto pensar en la cantidad de cosas que podríamos estar haciendo pero que no hacemos porque qué se yo y no sé qué...

Hastiante hasta el hartazgo.

Me das alergia.

Tengo alergia a los impedimentos.

Mirá si me voy a quedar ahí, tolerando toda ésta urticaria que me da saber todo lo que podríamos y sin embargo nada estamos haciendo.

nuestro funcionamiento

Somos como el control remoto de mi tele cuando hay humedad...

Anda aleatoriamente, hay días que sube el volumen y apaga y prende bárbaro, y hay días que le afecta de más la humedad y pareciera hastiado de tanto y simplemente se da por vencido...

Otras veces somos cómo el burlete de la ventana del living cuando llueve, que se le filtra todo el agua, está reseco y ya no es funcional...

Y otras, somos cómo el poder de congelamiento del freezer, y el tiempo se detiene.

Cuando somos como el freezer, paradojicamente, me encanta, porque no pasa el tiempo, y estamos ahí, freezados en el sentimiento de pertenecernos mutamente, en una fricción tiempo-espacio. Tengo 15 años otra vez.

Pero... (Siempre hay peros) somos lo suficientemente inestables como para sostener lo insostenible, nos creemos lo que nos decimos, hasta que de golpe no decimos nada más, y sospecho de cada palabra y cada acción, tanto cómo sospecho del buen funcionamiento del control remoto de mi tele cuando hay humedad.

Se pone compulsivo el panorama.

Compulsivo/Intenso.

Intenso, cómo algo que no está bueno. Una intensidad oscura.

Una oscuridad compulsiva, que te quiere atrapar.

Te atrapa, y no te larga.

Y cuando te querés liberar, te atrapa y cuando te quedas te quiere largar... 

No entiendo.

Qué bravo todo...

La cuestión es que me alejé.

Y ahora puedo decirte que cuando te conocí sentí lo mismo que siento cuando me estoy subiendo a una montaña rusa en el parque de la costa, la roja viste.

Adrenalina, miedo, expectativa, deseo y goce.

Vidas

 Siempre ando rascando en el pasado.

No olvido. No me despego, achiclada, amalgamada al pasado.

Tengo tantos recuerdos que a veces siento que tuve varias vidas, tantas cómo recuerdos? No.

Puedo agrupar los recuerdos, y a partir de ellos, las vidas que siento que viví.

Tengo más recuerdos a veces, otros momentos me olvido de los recuerdos.

No recuerdo los recuerdos. A veces aparecen solos, y otras veces los busco.

Pero lo más interesante de todo ésto, es que ya dudo del recuerdo, y si realmente se sintió así, o si a partir de no recordarlo y buscarlo, ese recuerdo se recrudece, se amplía algún detalle, se nubla algún punto importante.

Entonces, pienso, que no somos recuerdos, sino lo que creemos que ellos son, lo que recreamos de aquel momento, dentro de nuestra nostalgia, de nuestra necesidad emocional.

Los recuerdos que tengo, los puedo jerarquizar, y cada vez que lo haga, será distinto, porque en cada momento que recuerde, estaré generando nuevos recuerdos, nuevas vidas.

Andaba medio desorientada.

Y hoy me voy a encontrar con alguien, entonces es como complicado fusionar desorientación con encuentro.

Y en una de esas, me dicen que ese chico se parece a Gastón.

¿Qué Gastón? Pregunté.

Y me acordé, entonces, mirá, ¿qué decirte?, No sé si se parece a Gastón.

Pero Gastón se parecía al amor.

Y soy tan nostálgica, que me dió hambre de él, y lo busqué, en la memoria.

Y ya está.

Ojalá te parezcas a Gastón.

da para darse

"está para una de rápido y furiosos" me dice...

Vos estás para un rápido y furioso, y después para hacerse la peli.

El príncipe de la risa

Se vivió lo que fuera un amor con alas de piedra.

Especial, con la delicadeza de un adoquín, y la liviandad de un camión cisterna lleno.

Era más fácil andar con un perro bravo sin bozal, que invitarte a compartir las horas que queramos. 

Para vos, más futuro unos peces sin agua, para mí el futuro que nos esperaba, excepcional.

Dos fantasiosos, uno por poco, otra por mucho.

Así y todo, estos últimos días te miré, en lo que guardé adentro mío.

En las imágenes de vos, de perfil, tus manos, la torpeza de encontrarnos, y todas las respiraciones a la par.

Sensaciones oceánicas.

Yo siendo nosotros.

Nosotros sin ser.

Ahí la ecuación dando 1+1=1.

Te extraño, literalizado, extraño vos y yo acá desconociéndote.

 Tres días nos duró.

En tres días se me pasa.

 Hola, qué danza feroz la nuestra.

Entre dimes y diretes, tires y aflojes, te quiero. Te extrañé. Me quiero volver a ir a la costa con vos. 

Te extrañé un montón. Y ni siquiera sé cuánto tiempo pasó realmente.

Mi imperio por el olor a orejita de perro y que no me falte nunca el fastidio de los pelitos acumulados en las esquinas de la casa.

Soy tan comprensiva que...

Me podés gritar

Me podés putear

Me podés disminuir

Escupir

Mirar mal

Flagelar

Torturar

Someter

Menospreciar

Abandonar

Tirar

Samarrear

Lastimar

Humillar

Y olvidar.